Noviembre 2004
DRAMA - MUSICAL - ROMANCE
DRAMA - MUSICAL - ROMANCE
Actores: Shah Rukh Khan, Preity Zinta, Rani Mukerji
SINOPSIS
Saamiya Siddiqui es una joven abogada pakistaní, que se estrena haciéndose cargo del caso de un preso acusado de espionaje hace 22 años. El hombre no ha hablado con nadie durante todo el tiempo que ha permanecido encerrado, pero con ella hace una excepción al tratarle con dignidad y dirigirse a él por su verdadero nombre. Durante las visitas de Saamiya, Veer le cuenta su historia y cómo acabó en la cárcel. Veer Pratap Singh es un piloto de rescate que vive en la India. Zaara Hayat Khan vive en Pakistán con su familia de gran influencia política, cuyo padre, ha arreglado su matrimonio con el hijo de un socio. Cuando su anciana nana, a la que está muy unida, se encuentra en su lecho de muerte, le pide a Zaara que lleve sus cenizas a su hogar, la India, para descansar en su tierra. Zaara, aun sabiendo que el marcharse causará un gran disgusto en su casa, se dirige hacia la India para cumplir el deseo de Bebe.
Y es a causa del accidente que sufre el autobús en el que viaja que conoce a Veer, que la rescata. Cuando Zaara le cuenta el por qué de su visita a la India, él decide acompañarla durante un permiso de dos días, para que cumpla sin problemas su misión, puesto que ella es musulmana y además extranjera en esa tierra. Realizan un viaje en el que él le enseña las costumbre y tradiciones de su cultura, hasta que por fin esparce las cenizas sobre el río sagrado.
Tan agradecida le está Zaara que le dice a Veer que le pida cualquier cosa para recompensarle por la ayuda que le ha prestado. Ante la insistencia de ella, él le pide que pase un último día con él, en el que la llevará a su aldea, y conocerá el lugar en el que se crió (Punjab). Ella acepta. Una vez allí, conoce a los tíos de él que lo criaron cuando quedó huérfano, cuyo sueño es hacer progresar la aldea a través de la enseñanza, y enseguida le toman cariño a la chica, a la que al principio confunden con su novia, y ella participa de las fiestas locales como una más.
Llega la hora de marcharse, y ambos se dirigen hacia la estación de tren, pero antes el padre de Veer hace la promesa de crear una escuela para niñas, idea que le dio Zaara, para que tengan las mismas opciones que los niños. En la misma estación, aparece el prometido de Zaara, Razaa, que enseguida se da cuenta que Veer está enamorado de su prometida. En un momento a solas, al ir a despedirse, Veer le confiesa a Zaara que pensaba pedirle que no se marchara, pero ahora que ve que está prometida, no tiene nada que hacer. Zaara se marcha con un sentimiento de angustia que la acompaña desde entonces.
De vuelta a casa, Zaara no puede dejar de pensar en Veer en víspera de su compromiso con Razaa. Tan mal se encuentra, que Shabbo, amiga y sirvienta de la casa, localiza a Veer y le pide que venga a por ella y que huyan, porque Zaara no se atrevería a hacerlo por si misma. Para acudir a tiempo para el compromiso Veer cruza la frontera en avioneta aun a riesgo de que lo expulsen del cuerpo, ya que volar cielo pakistaní lo tienen prohibido. Allí, Shabbo lo acoge en su casa.
El día del compromiso de Zaara, él aparece en la ceremonia, descubriéndose el pastel. Al padre de ella le da un yuyu, y el médico recomienda a la familia que no le den más sobresaltos o morirá. La madre de Zaara se reúne con el socio de su marido cuyo hijo es el prometido de Zaara, el cual le dice que por ellos el compromiso puede seguir adelante, ya que no se ha corrido la voz, y porque lo que se juega no es sólo la unión de dos jóvenes, sino una alianza entre dos familias con intereses comunes. Ella le dice entonces que así sea. Así que se dirige a la casa de Shabbo donde habla con Veer y le pide que deje a Zaara por el bien de la familia. Movido por las palabras de la mujer (y porque hace de bueno buenísimo), le dice que no piensa robar a unos padres su hija y que Zaara habrá de casarse con el hombre que ellos elijan.
Ambos se reúnen por última vez, comprendiendo las responsabilidades de cada uno, sabiendo que sólo han pensando en sí mismos sin ver el daño que podrían causar. La madre de Zaara, a la que le había caído bien el chico, va a despedirlo al autobús y le entrega un amuleto de la suerte.
Pero en el autobús, unos agentes de policía lo detienen y se lo llevan a comisaría, acusándolo de espionaje. Le hacen firmar unos papeles en los que confesaría que él es otra persona, pero Veer se niega. Le preguntan por qué vino a Pakistán, y él contesta que para visitar a unos conocidos. Cuando le preguntan que a quienes, él teme poner en peligro la reputación de Zaara, y se retracta de lo dicho. En ese momento, aparece Razaa, que se hace cargo de la situación. A solas, pone a prueba su amor por Zaara, y le pregunta cuánto la ama y qué estaría dispuesto a hacer por ella. Le dice que puede firmar esos papeles y con ello asegurará la felicidad de Zaara pues él la tratará bien; o puede no hacerlo, pero entonces, él hará infeliz a Zaara.
Por supuesto, Veer acepta y firma los papeles. Por otro lado, el autobús que se suponía tenía que coger de vuelta a la India sufre un accidente sin supervivientes, y Veer es tomado por muerto por todo el mundo. Así, durante 22 años ha estado viviendo en una prisión pakistaní sin más identidad que un número de tres cifras (el 786. el número sagrado de Allah).
Conmovida por la historia, Saamiya le promete que lo sacará de allí, pero él le hace jurar que no saque el tema de Zaara en el juicio, temiendo que si se descubre todo, su marido se divorcie de ella y caiga en desgracia. Así que a la abogada no le queda otro remedio que viajar a la India, a la aldea de los tíos de Veer para encontrar pruebas de que en realidad no era un espía y devolverle su identidad. Pero allí se entera que estos murieron hace años. Acude a la escuela que dejaron como legado, y con gran sorpresa descubre que Zaara está allí dirigiéndola, junto con Shabbo. Entonces nos enteramos de que, tras las noticias de la muerte de Veer, Zaara rompió con Razaa, y se marchó a la India para cumplir el sueño de Veer, y allí ha estado 22 años, sin casarse nunca. Saamiya lleva al juicio a Zaara, y los dos amantes se reúnen por fin después de 22 años, habiendo demostrado con creces lo que eran capaces de hacer por amor. Veer es declarado inocente gracias al testimonio y las pruebas aportadas por Zaara, y los dos, después de darle las gracias a Saamiya, se vuelven juntos a la India, donde se suponen que empieza una vida nueva, intentando recuperar los años perdidos